
Volver nuevamente a la Cumbre Legislativa Anual de la Cámara de Comercio Hispana de EE.UU. en Washington fue muy gratificante, ya que ví a los líderes de ambos lados del espectro político unirse con el propósito de arreglar el sistema de inmigración de nuestra nación. Desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, existe un amplio consenso entre los demócratas y republicanos por igual, que una reforma significativa ya no puede esperar más.
Una parte considerable del debate se ha centrado en la seguridad fronteriza y en un camino hacia la ciudadanía para los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados viviendo actualmente en los EE.UU. Sin embargo, mientras que la fijación en los problemas del pasado son, sin duda importantes, también hay que mirar hacia adelante, creando un sistema de inmigración que puede impulsar nuestra economía, crear empleos en los Estados Unidos y ayudar a atraer y retener el talento que necesitamos para seguir siendo competitivos en el escenario mundial.
Para empezar, debemos ofrecer tarjetas de residencia a los mejores graduados extranjeros en universidades estadounidenses que obtengan grados avanzados en ciencia, campos de tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). En todo el país y aquí en Tennessee, a menudo capacitamos e invertimos recursos en una gran cantidad de estos estudiantes que asisten a algunas de las mejores universidades en nuestra región, como Vanderbilt y la Universidad de Tennessee. Y mientras estos estudiantes están ahi, están ayudando a impulsar la innovación en nuestros laboratorios y aulas universitarias. Vale notar, que de las patentes generadas en el año 2011 en las 10 universidades de generación de patentes del país, el 76 por ciento tenía un inventor extranjero.
Después de que estos futuros creadores de empleo se gradúan, a menudo los enviamos de vuelta a sus países para competir contra nosotros en el mercado global, simplemente porque no hay visas para que se queden. Es un sistema ilógico, sobre todo teniendo en cuenta que, en promedio, estos graduados STEM crean 2,62 empleos.
Los inmigrantes siempre han sido una fuerza impulsora detrás de la promoción del sueño americano. Un estudio realizado por la “Asociación para una Nueva Economía Americana” (Partnership For A New American Economy) encontró que más del 40 por ciento de las compañías Fortune 500 se iniciaron por inmigrantes o sus hijos. Google, AT&T, eBay, Intel y Kohl se encuentran entre las empresas iniciadas por inmigrantes o primera generación de estadounidenses hijos de inmigrantes.
No es ningún secreto que la innovación impulsa la economía estadounidense, y sin buenas ideas y trabajadores calificados, nuestro país no será capaz de transformar las industrias o conducir la economía global tan efectivamente como lo ha hecho durante décadas.
Los inmigrantes traen nuevas ideas, iniciativa y, sobre todo, una fuerte ética de trabajo y el deseo de tener éxito. La inmigración es un componente integral de nuestra política económica, lo cual afecta directamente a la competitividad de la fuerza laboral de nuestro país.
Sea que se trate de una importante corporación estadounidense o de una tienda de barrio, los inmigrantes tienen más del doble de probabilidad de iniciar un nuevo negocio en comparación con los ciudadanos nacidos en EEUU. Empresas que son propiedad de inmigrantes generan un estimado de 775 mil millones de dólares en ingresos anuales y emplean a 1 de cada 10 trabajadores estadounidenses.
Una reforma migratoria inteligente y sensata puede ayudar a impulsar la innovación y estimular el crecimiento del empleo. Durante demasiado tiempo, nuestro quebrantado sistema migratorio ha privado a nuestro país de los mismos inmigrantes que han ayudado a hacer de este pais grande.
Si no hacemos nada para arreglar nuestras leyes, el resultado podría ser un golpe devastador al bienestar económico de los Estados Unidos. Sin las reformas necesarias, vamos a seguir perdiendo el talento y las ideas críticas que ayudan a que nuestra nación prospere.
Una reforma integral de nuestras leyes de inmigración es debida ya desde hace tiempo. Se pondrá en peligro la prosperidad de nuestra nación, si no se toman medidas ahora. Una reforma migratoria será buena para los negocios, ya que facilitará una vía para que ponerse en regla, y creará nuevas oportunidades para trabajadores inmigrantes.
Si esto no fuese suficiente, una reforma migratoria integral promete acabar con el “mercado negro” laboral de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos, permitiendo a las empresas cumplir sus demandas laborales con seguridad y fiabilidad.
A medida que el debate sobre la inmigración se desarrolle en los próximos meses, la más alta prioridad de nuestros líderes en Washington debe ser la aprobación de leyes que impulsen el crecimiento económico para la próxima generación. Únete a mí y a los millones de estadounidenses en todo el país y pidamos a nuestros líderes que actúen en el nombre de mantener nuestra economía fuerte.
Yuri Cunza es presidente y CEO de la Cámara Hispana de Nashville Área de Comercio y miembro de la Alianza para una Nueva Economía Americana.
*Publicado en la versión impresa del Tennessean newspaper el 4 de abril del 2013.
Por Yuri Cunza
Una parte considerable del debate se ha centrado en la seguridad fronteriza y en un camino hacia la ciudadanía para los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados viviendo actualmente en los EE.UU. Sin embargo, mientras que la fijación en los problemas del pasado son, sin duda importantes, también hay que mirar hacia adelante, creando un sistema de inmigración que puede impulsar nuestra economía, crear empleos en los Estados Unidos y ayudar a atraer y retener el talento que necesitamos para seguir siendo competitivos en el escenario mundial.
Para empezar, debemos ofrecer tarjetas de residencia a los mejores graduados extranjeros en universidades estadounidenses que obtengan grados avanzados en ciencia, campos de tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). En todo el país y aquí en Tennessee, a menudo capacitamos e invertimos recursos en una gran cantidad de estos estudiantes que asisten a algunas de las mejores universidades en nuestra región, como Vanderbilt y la Universidad de Tennessee. Y mientras estos estudiantes están ahi, están ayudando a impulsar la innovación en nuestros laboratorios y aulas universitarias. Vale notar, que de las patentes generadas en el año 2011 en las 10 universidades de generación de patentes del país, el 76 por ciento tenía un inventor extranjero.
Después de que estos futuros creadores de empleo se gradúan, a menudo los enviamos de vuelta a sus países para competir contra nosotros en el mercado global, simplemente porque no hay visas para que se queden. Es un sistema ilógico, sobre todo teniendo en cuenta que, en promedio, estos graduados STEM crean 2,62 empleos.
Los inmigrantes siempre han sido una fuerza impulsora detrás de la promoción del sueño americano. Un estudio realizado por la “Asociación para una Nueva Economía Americana” (Partnership For A New American Economy) encontró que más del 40 por ciento de las compañías Fortune 500 se iniciaron por inmigrantes o sus hijos. Google, AT&T, eBay, Intel y Kohl se encuentran entre las empresas iniciadas por inmigrantes o primera generación de estadounidenses hijos de inmigrantes.
No es ningún secreto que la innovación impulsa la economía estadounidense, y sin buenas ideas y trabajadores calificados, nuestro país no será capaz de transformar las industrias o conducir la economía global tan efectivamente como lo ha hecho durante décadas.
Los inmigrantes traen nuevas ideas, iniciativa y, sobre todo, una fuerte ética de trabajo y el deseo de tener éxito. La inmigración es un componente integral de nuestra política económica, lo cual afecta directamente a la competitividad de la fuerza laboral de nuestro país.
Sea que se trate de una importante corporación estadounidense o de una tienda de barrio, los inmigrantes tienen más del doble de probabilidad de iniciar un nuevo negocio en comparación con los ciudadanos nacidos en EEUU. Empresas que son propiedad de inmigrantes generan un estimado de 775 mil millones de dólares en ingresos anuales y emplean a 1 de cada 10 trabajadores estadounidenses.
Una reforma migratoria inteligente y sensata puede ayudar a impulsar la innovación y estimular el crecimiento del empleo. Durante demasiado tiempo, nuestro quebrantado sistema migratorio ha privado a nuestro país de los mismos inmigrantes que han ayudado a hacer de este pais grande.
Si no hacemos nada para arreglar nuestras leyes, el resultado podría ser un golpe devastador al bienestar económico de los Estados Unidos. Sin las reformas necesarias, vamos a seguir perdiendo el talento y las ideas críticas que ayudan a que nuestra nación prospere.
Una reforma integral de nuestras leyes de inmigración es debida ya desde hace tiempo. Se pondrá en peligro la prosperidad de nuestra nación, si no se toman medidas ahora. Una reforma migratoria será buena para los negocios, ya que facilitará una vía para que ponerse en regla, y creará nuevas oportunidades para trabajadores inmigrantes.
Si esto no fuese suficiente, una reforma migratoria integral promete acabar con el “mercado negro” laboral de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos, permitiendo a las empresas cumplir sus demandas laborales con seguridad y fiabilidad.
A medida que el debate sobre la inmigración se desarrolle en los próximos meses, la más alta prioridad de nuestros líderes en Washington debe ser la aprobación de leyes que impulsen el crecimiento económico para la próxima generación. Únete a mí y a los millones de estadounidenses en todo el país y pidamos a nuestros líderes que actúen en el nombre de mantener nuestra economía fuerte.
Yuri Cunza es presidente y CEO de la Cámara Hispana de Nashville Área de Comercio y miembro de la Alianza para una Nueva Economía Americana.
*Publicado en la versión impresa del Tennessean newspaper el 4 de abril del 2013.
Por Yuri Cunza